El Poder Invisible

El Poder Invisible

Este mundo en el que vivimos está lleno de tantas cosas, y hay tantas cosas sucediendo en la vida que generan mucho ruido.

En cuanto llegamos a este mundo, nos bombardean con muchísima información que recibimos a través de todos nuestros sentidos: vista, oído, olfato, gusto y tacto.

Y con todas esas sensaciones físicas presentes constantemente, es muy difícil desconectarse por un tiempo y estar en paz.

El mundo material ofrece tantas opciones y sensaciones, y es difícil negar que hay muchas cosas maravillosas.

Como la vista de un paisaje maravilloso, el sonido de una voz hermosa, el aroma de las flores, el sabor de una comida deliciosa o un dulce, la sensación de una suave caricia.

Y a medida que nuestras experiencias se validan a través de las sensaciones físicas,

¿Qué sucede cuando nos proponemos satisfacer solo esas necesidades materiales y, aun así, parece que no podemos encontrar esa alegría eterna en nuestra vida?

Hay muchas maneras de pensar, y muchos se basan en las sensaciones materiales, comprobadas a lo largo de los años, y las utilizan para encontrar la alegría.

Pero entonces,

¿cómo se explica que haya tanta gente en el mundo que no posee muchas posesiones materiales y disfruta de una inmensa alegría de vivir?

Se puede ver cómo esa alegría emana de cada poro de su cuerpo.

Bueno, es porque los humanos somos mucho más que un estado material y superficial.

Somos seres compuestos de algo más que carne y huesos; somos energía, espíritu, y estamos conectados a una fuerza central que es Dios.

Muchos cuestionan esto e intentan usar el ámbito físico para debatir por qué Dios no existe.

Sin embargo, al buscar evidencia que confirme o desacredite a Dios, dependiendo de cada postura, debemos tener en cuenta que incluso las ciencias más avanzadas tienen muchas incógnitas y aún no han podido explicar ciertas cosas.

Como humanos, pasamos de aprender que existían átomos a partículas subatómicas como protones, neutrones y electrones, y posteriormente descubrimos que existen partículas más pequeñas llamadas quarks.

A medida que la ciencia avanza, se producen más descubrimientos y se descubre que existen partículas más pequeñas que generan energía.

Y a medida que se profundiza en el estudio de la física cuántica y tenemos pruebas de muchas cosas maravillosas, me resulta muy difícil no creer que existe un Dios que creó y permite que todo esto funcione en armonía en el nivel más ínfimo.

Así que, pensándolo bien, si estamos hechos de materia, es decir, de átomos, que a su vez están hechos de protones, neutrones y electrones, que a su vez están hechos de quarks, que es lo que conocemos ahora, imaginen cuánto más hay a un nivel más pequeño que no comprenderemos en esta vida.

Y a medida que profundizamos, quizá comprendamos que hay mucho más en nosotros que las sensaciones superficiales que experimentamos.

Y cuando nos tomamos el tiempo para aprender a silenciar el bombardeo externo de información e intentamos buscar dentro nuestro interior hasta lo más profundo de nuestro ser, descubriremos que el código de la felicidad ha sido programado en nosotros y debemos recordar lo que Dios nos imprimió cuando fuimos creados.

Ahí es donde entra la fe, cuando crees en algo aunque no puedas verlo.

Como expliqué antes, hay muchas partículas pequeñas y poderosas en el universo que son invisibles para nosotros, pero el hecho de que no las puedas ver no significa que no existan.

Así como sucede con Dios, no lo ves, pero si existe.

E.Luna

I’m Edgar

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