La Sutileza de Dios

Cuando alguien te menciona a Dios, tal vez pienses en ese ser todopoderoso que hace sentir su presencia a través de eventos que son muy impactantes, casi podríamos decir eventos teatrales que te cambian en ese momento y que te hacen creer que existe porque demuestra su poder a través de ese tipo de eventos.

Y creo que muchas personas cuando buscan significado, buscan ese tipo de eventos para experimentar la presencia de ese ser todopoderoso.

Veo personas que intentan sentir la manifestación a través de sensaciones emocionales que a veces parecen ser más dolorosas físicamente que cualquier otra cosa.

Y cómo las personas siguen buscando evidencia de que Dios existe hasta el punto de tratar de escuchar una voz que viene de los cielos para decirte algo específicamente a ti, hay una buena posibilidad de que no suceda como lo imaginas.

Quizás estás buscando esa manifestación a través de eventos naturales como truenos, relámpagos, viento, fuego u otros eventos que llamen la atención.

Ahora bien, el problema es que Dios no se comunica contigo de esa manera.

Él usa formas muy sutiles para hacerte saber su presencia.

Y para poder escucharlo tienes que aprender a estar quieto y tratar de enfocar toda tu atención en él.

Quizás algunas personas necesitan un evento muy impactante para sentir la presencia de Dios, porque estas personas estan ocupadas con muchas cosas que están sucediendo dentro de ellas. Hay mucho ruido o distracciones que desvían el enfoque de lo que realmente importa en la vida y cuando se enfrentan a algún desafío esperan que la respuesta sea fuerte e impactante.

Pero lo que debes saber es que Dios se comunica con mensajes sutiles la mayor parte del tiempo y cuando tomas ese tiempo y comienzas a prestar atención y aprendes a simplemente estar presente en el momento, buscando momentos de quietud y haciendo un esfuerzo por estar en silencio y escuchar, notarás muchas cosas.

Sentirás sensaciones y pensamientos que podrías pensar que vienen de ti, pero es más probable que vengan de él. Y a veces esos pensamientos son cosas que no quieres escuchar, pero sabes que son lo correcto.

Aprender a estar quieto y escuchar, discernir y realmente tomar esos mensajes sutiles y hacer algo bueno con ellos es el camino para llegar a aprender la verdad sobre ti mismo y lo que Dios quiere para ti, lo cual siempre es bueno.

Cuando te dejes llevar y comiences a escuchar esos mensajes sutiles, comenzarás a ver tu vida cambiar para bien y experimentarás la verdadera presencia de Dios.

No estoy diciendo que Dios no pueda presentarse en eventos impactantes, sin embargo, no ignores sus mensajes constantes a través de pensamientos, sensaciones físicas, sonrisas, lágrimas, cosas buenas, cosas malas que son más comunes que aquellos eventos impactantes.

Todo lo que experimentas en un día es obra de Dios y siempre hay señales y mensajes de Él, y no importa lo que experimentes, siempre hay una lección que aprender, sin importar cuán sutil sea.

E.Luna

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