Escrito por Edgar Luna
Estoy seguro de que la mayoría de ustedes son personas buenas que tratan de dar a los demás y sacrifican mucho para ayudar a personas. Estas personas pueden ser familiares, amigos o alguien que tú sabes que necesita de una mano amiga, lo cual es algo muy noble y grandioso de hacer por parte tuya.
Sin embargo, si tú eres una persona que constantemente da tiempo, esfuerzo, trabajo o cualquier actividad que te exíje gastar energía para hacer que alguien más se sienta mejor, bueno, llegará un punto en el que te sentirás agobiado y agotado de ser tan generoso.
Puedes pensar que, al dar todo lo que tienes, obtendrás automáticamente esa fuerza adicional para seguir dando, y eso puede ser parcialmente cierto, sin embargo, para poder dar más, debes practicar el Autocuidado.
Eso significa que debes tomarte un tiempo para cuidarte a ti mismo haciendo actividades que te gusten o que te proporcionen el descanso necesario.
Y si incorporas ese Autocuidado a tú vida diaria, tendrás más energía para poder ayudar mucho más.
- ¿Cuántas veces sacrificas algo tan vital como el sueño, por estar trabajando en algo que puede que no sea tan importante o pueda esperar?
- ¿Cuántas veces haces cosas “porque nadie sabe hacerlas como tú” según tú punto de vista?
- ¿Cuántas veces inviertes tiempo en actividades para los demás que no les ayudan ni a ellos ni a ti? No sabes cuándo decir no.
Todos los días deberías practicar actividades para tu bienestar tales como:
- Gratitud: Práctica dar gracias aunque sea por algo sencillo, no tiene por qué ser algo complejo. Da gracias por tú alimento, por tú casa, por tú familia, por tus amigos, y por tantas cosas a tu alrededor por las que puedes estar agradecido.
- Practica la quietud: Dedica un tiempo cada día para estar quieto. Puedes rezar o meditar, practica el silencio, simplemente quédate quieto y deja que tu mente descanse. Ese tiempo que inviertas en esta práctica, cosecharás muchos frutos y de hecho, descubrirás que tu día será más efectivo y eficiente con solo practicar la quietud.
- Nutrición: Tómate tu tiempo y disfruta de tus alimentos, no te saltes ninguna de tus comidas porque te sientes demasiado ocupado. Incluso si es algo relativamente rápido, siéntate y disfruta de ese momento para comer. También encuentra alimento para tu mente a través de unas cuantas páginas de un libro o un vídeo edificante.
- Descansa: Tómate tu tiempo para dormir lo suficiente, deja a lado las distracciones y practica la calma y disfruta de tu descanso. También puedes incorporar siestas durante el día, incluso 10 minutos hacen maravillas.
- Muévete: Incorpora actividades físicas como estirarte, caminar, correr, andar en bicicleta, nadar, cualquier cosa que te haga más fuerte físicamente.
- Práctica el pensamiento positivo: Busca aquellas cosas que te emocionen y observarlas desde una perspectiva positiva. Toda situación pueden verse de maneras diferentes, ¿por qué no elegir la positiva?
Tal vez observando de esta manera, lo veas como oportunidades en lugar de problemas.
“Un problema es una oportunidad para que aprendas y sobresalgas”
Y de manera similar a estos ejemplos, hay muchas cosas de autocuidado que puedes hacer.
Como todo en la vida, debes practicar y encontrar el equilibrio entre demasiado autocuidado y muy poco, pero a medida que crecemos, aprendemos y nos hacemos más sabios sobre cómo administrar nuestro tiempo y energía.
Dar es algo maravilloso, sin embargo dedicarse tiempo para uno mismo no es malo. Cuanto más fuerte y mejor te sientas, podrás dar mucho más de tí, así que practica el autocuidado para que puedas ayudar mucho más.
E. Luna




Leave a comment