Escrito por Edgar Luna
Todos en este mundo estamos pasando por alguna dificultad o desafío en nuestras vidas y esas dificultades están ligadas a algún tipo de herida que en algún momento nos fueron dadas ya sea intencionalmente o no, por alguien o algo.
Esas heridas pueden ser físicas como todas esas veces que me caí de mi bicicleta y me raspé las rodillas o los codos o heridas emocionales como cuando perdí a mi mejor amigo en un accidente fatal.
Todos esos eventos y muchos más que causan algún tipo de dolor y crean esas heridas que a menudo parecen frenarnos y no permitirnos a vivir una vida más plena y feliz.
Y cuando recordamos cómo obtuvimos estas heridas, tendemos a entristecernos o enojarnos por ese evento y guardar esas emociones las cuales pueden generar un círculo vicioso de querer estar tristes o deprimidos, y no permitirnos a dejar ir esos sentimientos, y siempre buscando alguna manera de tomar ventaja de esas emociones y buscar cualquier razón para satisfacer alguna necesidad dentro de nosotros.
Algunas personas pueden estar lidiando con un problema de salud que podría poner en peligro su vida y tener ciertos sentimientos sobre su condición y cómo lidiar con ella.
Independientemente de la situación en la que te encuentres, es posible que desees sanar pero,
¿De verdad está buscando sanar?
Los obstáculos para sanar de verdad son muchos. Algunos de ellos pueden ser que no quieres reconocer que tienes una herida o que estás enfermo.
Físicamente, puedes tener una lesión o algún dolor que sabes que está ahí, pero no quieres reconocerlo porque puedes sentir que te hará parecer débil o porque sientes que no tienes tiempo para estar enfermo o herido.
Emocionalmente, puedes tener heridas que has almacenado en lo más profundo de tu ser, por las mismas razones de no querer sentirte vulnerable. Y a medida que esas heridas se convierten en enfermedad, comienza a sentirse peor cada día de tu vida.
Cuando realmente deseas sanar, lo primero que debes hacer es reconocer que tienes una herida y que está afectando tu capacidad de curarte y crecer.
Todo aquel que tenga la fuerza, el valor y la fe para sanar, tiene que reconocer primero que está enfermo. Una vez que seas capaz de reconocerlo, podrás pedir ayuda de verdad. Luego viene el esfuerzo de mejorar cada día más. Tomar los pasos que se te han recomendado por quienes saben cómo ayudar y debes ser diligente y tener fe en que sanarás.
Todo es posible en este universo y cuando realmente deseas sanar, lo harás. No importa qué condición tengas, primero debes querer sanar y poner todo tu esfuerzo en sanar.
Si dices que deseas sanar y no haces nada al respecto, es posible que te sientas cómodo con tu dolor o tu enfermedad y te quedarás ahí hasta que hagas algo al respecto.
Eres libre de hacer lo que quieras, después de todo es tu vida, solo debes ser consciente de que nada es imposible, sin embargo, requiere que tengas plena fe en que sanarás y eso te dará la fuerza para hacer todo lo posible por sanar.
E. Luna




Leave a comment