Escrito por Edgar Luna
A veces en la vida es posible que tengas esos momentos en los que simplemente no sientes la energía o la motivación para empujar hacia adelante durante el día. Tal vez sea porque te sientes mal, tal vez estés pasando por un momento difícil en tu vida o te sientas cansado porque has trabajado muy duro durante un largo período de tiempo.
Ya sabes, esa sensación en la que sólo quieres estar quieto y no pensar en nada, sólo descansar.
Sin embargo, nuestra cultura te impulsa a seguir trabajando incluso cuando tu mente y tu cuerpo te exigen que descanses. Así que sigues adelante, ignoras las señales y haces un esfuerzo para seguir adelante.
A veces es posible que necesites ese pequeño empujón para pasar el día y eso está bien. Sin embargo, debes aprender a escuchar tu cuerpo y discernir cuándo realmente necesita un descanso.
Especialmente en nuestro entorno donde se espera que des todo , y que cada día necesitas hacer más. Cuando estás condicionado a hacer más con menos, es muy probable que vayas a tener estrés, ya que sentirás que no estás siendo productivo.
Entonces, o sigues adelante hasta que tu cuerpo se rinda y te hace descansar o te tomas un tiempo para permitir que tu cuerpo sane y descanse. De cualquier manera llegarás a un punto en el que tu cuerpo te hará descansar.
No tomarse el tiempo para sanar puede volverse contraproducente, porque si no concentras tu energía en el verdadero descanzo, es posible que no te recuperes por completo y que necesites más tiempo para sanar.
Hagas lo que hagas en la vida, debes ser consciente de que a veces necesitarás tomarte un tiempo para sanar adecuadamente enfocando toda tu energía y atención en descanzar y sanar.
Aunque sientas que estás perdiendo el tiempo,
¿Adivina qué?
El trabajo estará ahí y estaras al 100% de tu capacidad que es mucho mejor que estar al 50% o menos porque no te sientes bien.
Tienes que trabajar para darte permiso para tomarte el tiempo y el esfuerzo de sanar y eso solo se logra a través del amor propio y la atención a ti mismo.
Así que tómate en serio tu descanso, sea lo que sea y esfuérzate por no hacer nada. Si hay cosas pendientes en el trabajo, puedes hacer varias cosas, puedes pedir ayuda o solucionarlas cuando estés de regreso.
Hagas lo que hagas, siempre habrá trabajo que hacer, incluso si intentas trabajar los 7 días de la semana sin parar, te apuesto que habrá mucho trabajo que hacer.
En lugar de eso, descansa y vuelve a trabajar más fuerte y con más motivación.
Tu cuerpo te lo agradecera a largo plazo.
E.Luna




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