Escrito por Edgar Luna
En el mundo actual en que vivimos, estamos condicionados que para tener “éxito” debemos esforzarnos por ser mejores cada día, hacer más con menos y obtener resultados sin importar el costo. Dicho esto, es común ver personas que usan el menosprecio como motivación hacia otras personas o si mismos, usándolo como un mecanismo para entrenar al cerebro que no importa qué tan bien hagas algo, nunca es lo suficientemente bueno, y se dicen a sí mismos “puedes hacerlo mejor”.
Ahora bien, esta estrategia o condicionamiento puede convertirse en un hábito, independientemente de cuál sea el resultado de tu esfuerzo, vas adquiriendo el hábito de minimizar el resultado y menospreciar constantemente, usando esta “motivación” para tratar de esforzarte por ser mejor. Y después de un tiempo de menospreciarte, ese hábito de juzgarte y decirte constantemente que no eres lo suficiente, podría comenzar a afectar tu imagen hacía ti mismo.
Tal vez sea tu apariencia física, tal vez sea tu forma de pensar, tal vez tu forma de actuar, tal vez muchas otras cosas que haces, te condicionas a decir que no son suficientemente buenas. Y a medida que constantemente entrenas a tu cerebro que nada de lo que haces es suficientemente bueno, esa maravillosa máquina que controla todo en tu cuerpo comienza a creérselo.
Eso puede convertirse en un círculo vicioso de nunca complacerte y solo menospreciarte. No es de extrañarse que suframos de baja autoestima. Si constantemente decimos que “no somos lo suficientemente buenos”, tenemos la tendencia a ser los mayores críticos de si mismos y eso es muy perjudicial. Y sí, hay factores externos o personas que podrían iniciar o contribuir al proceso de menosprecio, pero tú eres el único que tiene control sobre tú respuesta a esos factores.
Entonces, ¿Que puedes hacer?
“Comienza por ser un poco más amable contigo mismo”.
Diciendote cosas positivas todos los días. Aunque parezca demasiado sencillo, funciona si lo haces con constancia. En lugar de constantemente señalar tus percibidos defectos , encuentra aquellas cosas que te gustan de tí y haces bien, celébralas, incluso si piensas que no son dignas, “si lo son”.
Agradece lo que tienes y lo que no tienes. Todos somos diferentes y tenemos diferentes metas, pensamientos, deseos, etc.
Así que haz “brillar” aquellas diferencias que te hacen especial y único.
Mantente ocupado con cosas productivas, no permitas que tu mente se pierda en la incertidumbre y siempre se esté preguntando si eres lo suficientemente bueno.
Quizás te preguntes, ¿pero qué pensará la gente?
No debe importarte lo que piensen los demás, siempre y cuando seas respetuoso con los demás y no hagas daño a alguien mas, sigue siendo amable contigo mismo. Si no comienzas contigo, ¿cómo esperas recibirlo de los demás?
Cuanta más energía inviertas en ser amable contigo mismo, más cómodo te sentirás ,“conviértelo en un hábito”.
A medida que aprendas más que eres especial y aceptes quién eres y uses eso para mejorar sin menospreciarte, obtendrás esa confianza que hace que cualquiera sea más atractivo.
Así que haz la prueba y encuentra esos momentos en los que te digas a ti mismo que eres hermoso y comienza a construir , concéntrate en las cosas simples:
- Gratitud: Comienza cada día dando gracias por algo por lo que estás agradecido. Incluso si es pequeño, sé genuinamente agradecido.
- Afirmaciones: Meciona a ti mismo una o varias afirmaciones, busca dentro de ti mismo y encuentra aquellas cosas que haces bien o estás intentando hacer bien y reconocelas.
- Haz algo para sentirte mentalmente mejor: Lee o escucha algo que te motive positivamente. Tal vez orar, meditar, busca un podcast o un artículo que nutra tú mente de manera constructiva.
- Haz algo para sentirte físicamente mejor: Tal vez tan fácil como una rutina de estiramiento de cinco minutos, caminar, trotar, hacer flexiones, cualquier cosa que haga que tu sangre bombee un poco más te ayudará a sentir más energía.
- Sonríe más: Esto es algo que a menudo se pasa por alto pero que tiene mucho poder. Una vez que comiences a acostumbrarte a una sonrisa sincera, verás lo cautivadora que es esa sonrisa. Abre la posibilidad de regalar energía positiva a alguien. Y cuando alguien te devuelve una sonrisa sincera, es como una gran inyección de energía.
- Dejalo ir: Eres humano y vas a cometer errores constantemente, aprende de tus errores y dejalos ir. No pierdas tiempo reviviendo algo que ya pasó.
Hay muchos desafíos en el ambiente en el que vivimos, y el tratar de ser reconocido es difícil, especialmente con algunos de los estándares que existen en la actualidad.
Sin embargo, creo firmemente que cuanta más energía inviertas en ser amable contigo mismo, comenzarás a marcar una gran diferencia. Y sí, te encontraras con aquellas personas o situaciones que quizá van a intentar derribarte por cualquier motivo, sin embargo, sigue trabajando en tú músculo de el “autoestima”, que sólo se fortalecerá con más repeticiones, y eso se logra “siendo amable contigo mismo” y convirtiéndolo en un hábito.
E.Luna




Leave a comment